Gobierno y oposición de Venezuela retoman las calles

Caracas, Venezuela, 10 Mar. 2020.- El oficialismo y la oposición encabezada por su líder, Juan Guaidó, marchan este martes en Caracas, esta vez hacia un mismo destino: la sede de la Asamblea Nacional que se ha convertido en el más reciente blanco de lucha por el poder político en la nación OPEP.

Aunque partidarios del gobierno del presidente Nicolás Maduro y opositores ya se han manifestado antes en un mismo día, casi nunca coinciden en el destino final de la caminata porque desde hace años Caracas se partió en dos, el este para la oposición y el oeste y centro para el oficialismo.

Los grupos oficialistas generalmente cuentan con militares, policías o grupos de civiles armados para impedir el paso a la oposición.

Guaidó, reconocido por más de 50 países como el presidente interino legítimo de Venezuela, intenta reactivar la alicaída movilización callejera contra Maduro, pese a que las últimas manifestaciones opositoras no han sido masivas.

A media mañana, cientos de opositores se concentraron en una zona del este de Caracas, el punto de partida de la movilización hacia el centro de la ciudad. Al tiempo, oficialistas comenzaban a congregarse a pocas cuadras del destino final de ambas marchas.

“El gobierno pone trabas, cierra el metro y deja sin transporte a la ciudad. La gente tiene miedo a la represión”, dijo Jheisary Vegas, una estudiante de 21 años, que viajó dos horas hacia Caracas para respaldar a Guaidó y encontró poca asistencia en la protesta opositora.

Seis estaciones del transporte subterráneo en el centro de la capital permanecían cerradas, mientras que se veían circular pocos autobuses públicos. Vegas informó que más temprano militares en un punto de control de la autopista les pidieron al grupo sus datos personales, pero los dejaron continuar.

“Estoy aquí por mi (fallecido) comandante Hugo Chávez y también por mi presidente Maduro, porque no nos vamos arrodillar delante de los escuálidos (opositores) ni de ese (Donald) Trump”, dijo María Luna, una manifestante del oficialismo que se sumó a la milicia, un cuerpo de civiles voluntarios que sirve de complemento a las fuerzas armadas venezolanas.

El 5 de enero el gobierno impidió el ingreso a los diputados de la oposición, que son mayoría en el parlamento desde los comicios de 2015, al edificio legislativo, que recibirá a los manifestantes, utilizando piquetes antimotines de la Guardia Nacional.

Más tarde ese día, mientras el oficialismo impuso en una criticada votación a un nuevo presidente del congreso, los parlamentarios opositores religieron a Guaidó en una sesión realizada en un local al este capitalino.

Desde entonces, los diputados de la oposición sesionan en diferentes plazas y anfiteatros de la ciudad, mientras el oficialismo continúa organizando sesiones de la Asamblea Nacional Constituyente en el Palacio Legislativo.

Para el gobierno de Maduro, con niveles de aceptación de 13 por ciento, según un sondeo de la firma privada Datanálisis en febrero, la marcha del martes busca ratificar que “las calles son del pueblo, no de la burguesía”.

Guaidó, quien según Datanálisis tiene 40.9 por ciento de popularidad, llamó a la movilización opositora apenas regresó al país de una gira por Europa, Canadá y Estados Unidos a inicios de marzo.

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