POLÍTICA Y GENTE

Por Pedro García

En Política, nunca nadie está políticamente muerto…Sin embargo, vale especular sobre el futuro del PRI.

¿Qué va a pasar con el PRI en el corto plazo?

Puede ocurrir que la base militante retome el camino asumiendo valerosamente que hay vida, después de “Alito”. Pero, ¿los priistas tendrán el valor para defenestrar al inminente senador y quitárselo de encima?

También sería posible que una porción -adicional- se asimile en el PAN y otra sección, en MORENA y una más en Movimiento Ciudadano, el partido emergente por excelencia, o en el Verde.

Si una mayor porción de lo que queda del Revolucionario Institucional decide emprender el gran regreso puede tomar la senda con algunos liderazgos vigentes en Nuevo León y Coahuila.

En NL con Adrián de la Garza, como alcalde de Monterrey y Manolo, en calidad de gobernador en el vecino estado.

Si el PRI decide la firma de una alianza duradera con el PAN, destinada a sacar de Morena del poder sería una elección conveniente en donde el priismo tendría que subordinarse al panismo, servir de apéndice.

En los años noventa del siglo pasado, en Nuevo León llegó a decirse que el PRI se estaba empanizando y la especulación se materializó con Salinas de Gortari cuando el panismo proclamó a los cuatro vientos que el de Agualeguas gobernaba con el programa albiceleste.

La alianza reciente con el PAN no fue algo extraordinario, pues, en el PRI hay una gran porción de conservadores, priistas de derecha. El salinismo fue el ariete que derribó las puertas del nacionalismo revolucionario que dominó en el tricolor algunas décadas.

Entre tanto, también vale preguntarse si el PRI tiene la suficiente fuerza para resistir y no caer más en las preferencias, tipo PRD. Es decir, evitar el colapso total, la pérdida del registro nacional.

Una cuestión de fondo en la supervivencia del priismo es la oferta del futuro. ¿Qué va a proponer al electorado? o ¿es que ya todo está escrito?

Por ahora no hay voces audaces que pretendan la reinvención del partido, de cuál sería la rendija para salir del laberinto. No se advierte una tercera vía distinta a asimilarse en el PAN como una fuerza conservadora, absolutamente definida o evitar el adosarse a las listas de la militancia de Morena.

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