El salario mínimo en México se estableció desde la promulgación de la Constitución de 1917, vigente actualmente. El Artículo 123 establece que los salarios mínimos “deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe [o jefa] de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos [e hijas]”.
Durante las décadas de los 80 y 90, el salario mínimo perdió más del 75% del poder adquisitivo al otorgar incrementos por debajo de la inflación, se indica en el estudio de la Conasami.
Agregó que frenarlo pretendía minimizar las espirales de incremento de precios y detonar el crecimiento de la producción a través de inversiones alentadas por bajos costos laborales.
“Bajo esta lógica, el salario mínimo se mantuvo cerca de este valor mínimo los siguientes 15 años”, añade.
En 2016 se presentaron los cambios legislativos necesarios para permitir la recuperación del salario mínimo y en 2017, por primera vez en décadas, el salario mínimo creció por arriba de la inflación, si bien con incrementos moderados, refiere.
A partir de 2019, añade, se dio un verdadero cambio en la política salarial: “En primer lugar, se buscó elevar el valor del salario mínimo al menos por encima de la línea de pobreza por ingresos”.
En segundo lugar, se creó la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN), donde el salario mínimo se duplicó como parte de una estrategia regional de desarrollo y freno a la migración.
“Al permitir un efecto diferenciado en dos unidades, la división territorial para la aplicación diferenciada de incrementos y montos de salarios mínimos permitió la generación de estudios sobre el efecto en empleo, ingresos, informalidad, brecha de género y pobreza laboral, tanto por parte del gobierno de México como de investigadores e investigadoras”, comentó la Conasami.
“Entre 2018 y 2022 la pobreza multidimensional se redujo de 41.9% de la población total del país a 36.3%, una diferencia de 5.6 puntos porcentuales, permitiendo que 5.1 millones de personas salieran de la pobreza respecto de 2018. En el mismo periodo, el salario mínimo se ha incrementado 65.2% en términos reales”, precisó.
“Con los incrementos de 2018 a 2022, el número de personas en situación de pobreza se redujo 23.7%: de los 5 millones 100 mil personas que salieron de la pobreza, 4 millones 100 mil se deben exclusivamente al incremento del salario mínimo”, consignó la Conasami.