POLÍTICA Y GENTE

Desde hace sesenta años (nosotros cursábamos la primaria) los conservadores rechazan al Libro de Texto Gratuito.

Monterrey es la cuna del repudio a dicho volumen en el que han abrevado generaciones y no conozco a nadie que se haya atrevido a tomar un palo de escoba y remontarse a la Loma Larga o al Cerro de la Silla para emprender una guerra intestina para instaurar el comunismo.

Ahora, los nietos y tataranientos de los conservadores del siglo pasado vuelven a la carga contra el LTG y les pregunto ¿qué pasó en el gobierno de Fox o en el de Calderón? Tuvieron la oportunidad y la dejaron ir.

Pero no pudieron porque, entonces, como ahora, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación resistió, lo mismo que la fuerza social de los mexicanos que tienen como un patrimonio muy íntimo al Libro de Texto Gratuito.

Una nueva (mini)rebelión de gobernadores de oposición quiere asumir la potestad del servicio educativo, sin embargo, estimo que su derrotero será la aniquilación política. Antes fueron como diez y eran más grillos, sin embargo, fueron cayendo como fichas de dominó.

Vi en el periódico El Norte una foto de un grupo de conservadores que, según su talente social, estoy seguro que nunca pisaron una escuela pública y menos se instruyeron en el LTG. Por lo tanto, hablan de lo que no les consta en cuanto el beneficio social del Libro.

El ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López señaló que nadie frenará al Libro de Texto Gratuito, ningún juez y menos los gobernadores de oposición que están actuando por un mero berrinche.

Pero, bueno, la guerra de la derecha contra AMLO sigue en el frente educativo en donde es de esperarse que dos que tres jueces otorguen suspensiones provisionales contra el Libro Gratuito del que, la mayoría de los “togados” habrán tomado clases en la instrucción básica. Doble contra sencillo que así fue.