La UANL a 89 años de vida, es referente de grandes transformaciones en la Revolución de las Conciencias…

Raúl A. Rubio Cano

Fundada un 25 de septiembre de 1933, primero como Universidad del Norte, luego como Universidad de Nuevo León y por último, Universidad Autónoma de Nuevo León, nuestra Máxima Casa de Estudios llega a un año más de vida institucional.

A 89 años de existencia, ya son muchas las historias que se formaron, cruzaron y seguirán trascendiendo por una institución que nace del deseo creador de tres jóvenes inquietos en  aquello años de las primeras décadas del siglo pasado, para tener en el noreste mexicano, una universidad pública que formará a los nuevos profesionistas de esta parte del país y se dejarán de tener que ir a la ciudad de México, principalmente a la UNAM, para integrarse en los avatares educativos e impulsarse posteriormente, como profesionistas, en el desarrollo de un país que estaba saliendo de una de las revoluciones más sangrientas que éste haya vivido.

Raúl Rangel Frías, José “Pepe” Alvarado y Juan Manuel Elizondo, serán esos jóvenes inquietos, vasconcelistas y grandes amigos, de toda la vida, los que pusieron lo mejor de sí para ver coronado su esfuerzo con la creación de la Universidad del Norte (hoy la UANL), todo logrado con el padrinaje de un Alfonso Reyes.

Así señalaba el joven Raúl Rangel Frías, en esas fechas fundacionales de nuestra Máxima Casa de Estudios: “Algún día haremos una Universidad ancha y abierta a todas las discusiones contemporáneas, pero fincada airosamente sobre la tradición universal, siempre con un ángulo abierto para enfocar los problemas de la intrincada realidad que nos cerca y que nos importa tanto por dolorosa y por sucia. Será la Universidad Política, orientadora, exacta del candente vaivén social”.

Y bueno, creo que a estas alturas de los últimos años, y por más que las fuerzas más oscuras de la entidad y región se empeñen en castrar el potencial académico, técnico y humano de la UANL, ésta con sus 89 años de vida, es un verdadero ejemplo de combatividad como institución que busca contemporanizar con el desarrollo políticos de la vida del país, en estos momento del gobierno de la Cuarta Transformación y de la Revolución de las Conciencias que han instaurado más de 30 millones de mexicanos y el arribo al poder político de México del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Tan son así las cosas, que la guía de la Cuarta Transformación (4T) es la Cartilla Moral que escribió el regiomontano universal, Alfonso Reyes, padrino de esos jóvenes que fundaron nuestra UANL. Definitivamente, el sueño de Raúl Rangel Frías y sus dos grandes amigos (Pepe Alvarado y Juan Manuel Elizondo) de crear “Una Universidad Política, orientadora, exacta del candente vaivén social “, es un proceso que se ha hecho realidad, sobre todo al mandar al basurero de la historia por el gobierno de la 4T, a las políticas Neoliberales y los mandatos oligárquicos de la misma, que moldeaban el quehacer universitario de las últimas décadas. “En México ya no domina la Oligarquía” ha dicho el presidente AMLO, en su discurso del pasado primero de septiembre y por lo tanto, la vida universitaria de la UANL se va moviendo en ese sentido social, histórico, político, científico, técnico, productivo, y humanista, que apuntaría Raúl Rangel Frías y la misma Cartilla Moral de Reyes…

Vamos a la cabeza de grandes cambios científicos y humanos y aplicados a la sociedad y ecosistemas a los que se debe la UANL, empezando –insistimos- con el marco referencial de la Cartilla Moral de Alfonso Reyes y así caminado en la vanguardia teórica-política de esta Revolución de las Conciencias que ha traído la Cuarta Transformación, una Revolución pacífica y ya de ejemplo mundial.

Bajo lo anterior, basta sólo señalar lo siguiente, ya que en el ambiente del arribo del gobierno de la 4T, nuestra concepción de cómo nos formamos en un pueblo desde hace 500 años, hoy, se ha revolucionado totalmente con las investigaciones de Carlos González Rodríguez en la obra “Poderoso Señor Capitán Don Luis de Carvajal y de la Cueva” y también, la obra de Samuel Temkin “Luis de Carvajal de la Cueva. Los principios del Nuevo Reino de León”, obras publicadas por la UANL en el año convulso de 2017 que ya agitaba para instaurar el gobierno de la 4T. Obras que revolucionan totalmente la historia oficial, ignorante y caprichosa, sobre nuestro proceso fundacional. En sí, un titánico proceder de investigadores de nuestra historia y de la Secretaría de Extensión y Cultura, como de sus acciones editoriales de la UANL.

No hablemos de la revolución de concepción del hombre en América, rebasando los 13 mil años que se consideraban internacionalmente, para ir a más de 30 mil años en las investigaciones de la cueva de Chiquihuite, en Zacatecas, una investigación publicada en la mundialmente reconocida revista científica www.nature.com (22/7/2020) y donde, ésta indagatoria arqueológica, fue dirigida por Ciprian F. Ardelean, del Colegio de San Luis Potosí y donde figuran entre diversos investigadores, los doctores egresados de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la UANL Yam Zul Ocampo Díaz e Igor Ishi Rubio Cisneros. Un verdadero aporte mundial a la presencia del hombre en el Continente Americano y en mucho, base a lo que pronto será el Museo de Paleontología de la UANL, único en su tipo, en la región noreste del país y obviamente, que será de impacto mundial.

Así, en un verdadero proceso de transformación del país y del conocimiento de nuestros orígenes y realidades va la UANL, allí también, entre otros múltiples aportes a la ciencia, está la inventiva del ingeniero egresado de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica,  Marco Antonio García Villarreal, que ante la crisis del agua que hemos padecido y en sí, padece el planeta, ha inventado regadera para el baño diario que consume unos cuantos litros del vital líquido y genera un gran confort su aplicación y, que de usarse para atender a 6 millones de nuevoleonesas en su aseo diario, ahorraría anualmente millones de metros cúbicos a nuestro abasto acuífero metropolitano.

Son muchos los aportes de la UANL que está dando en estos años de la 4T y su Revolución de las Conciencias y, como es una institución creada sobre bases sólidas como es el discurso de Rangel Frías (que llegó a ser su rector y luego gobernador de nuestro estado), es obvio, que seguirá siendo una institución de vanguardia en la excelencia académica y el servicio a la sociedad y el país al que se debe.

No podemos olvidar en todo este proceso de transformación que vive la UANL, con sus más de 215 mil estudiantes y más de un millón de egresados en su historia, el papel del actual rectorado del doctor Santos Guzmán López, es también muy trascendente, porque es un hombre que ha llegado a dirigir este innovador proceso de contemporanización de nuestra Máxima Casa de Estudios con los nuevos cambios que vive el país, porque es un personaje venido de la cultura del esfuerzo, sólo en ese caminar en la vida por superar los avatares de la misma,  se puede entender y lograr ser vanguardia en lo que hoy es la UANL y sus encrucijadas de alto impacto social, productivo y cultural.

Aseguró Santos Guzmán, en su discurso conmemorativo en la explanada de la Rectoría el pasado viernes: “Todos estos esfuerzos han estado alineados a los compromisos y metas plasmadas en nuestro plan de desarrollo institucional y en la Visión al año 2030, en la que buscamos que nuestra Alma Mater, nuestra UANL, sea un referente internacional por  ofrecer una educación integral, de calidad, incluyente, igualitaria, equitativa, innovadora en la generación y aplicación del conocimiento en beneficio de la Humanidad…Porque el futuro son ustedes, jóvenes, y nosotros haremos todo, por mantenernos unidos por la vocación de enseñar y por la convicción de que somos la gran universidad que tiene la excelencia por principio y la educación como un instrumento, compromiso y  orgullo universitario ¡Larga vida a la Universidad Autónoma de Nuevo León…!” ¡Órale!

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