Ningún pacto con los fabricantes de armas
El gobierno mexicano descartó la posibilidad de frenar la demanda presentada en agosto pasado contra los grandes fabricantes de armas de Estados Unidos, a las que acusa de ser “responsables” de la espiral sangrienta que flagela al país desde hace 15 años y llegar a un arreglo extrajudicial.
El consultor jurídico del ministerio de Relaciones Exteriores (SRE), Juan Celorio Alcántara, afirmó que en la siguiente etapa del conflicto, que está por iniciarse, México demostrará a la Corte de Massachusetts que las armerías “actúan con negligencia, a sabiendas que sus productos vendidos llegan a manos criminales en México”.
En declaraciones a la emisora capitalina Imagen Radio, señaló que la parte mexicana aún no presenta la “evidencia específica” de que los fabricantes de armas venden a los llamados “cárteles de las drogas” pero dijo que eso tendrá lugar “en la etapa de producción de pruebas”.
“Lo que sí sabemos es que venden a prestanombres. Nuestra demanda es una demanda civil por negligencia, no es una demanda penal”, afirmó.
Se prevé argumentar ante el juez de Boston que las empresas son conscientes de que venden a testaferros y que sus armas luego aparecen en México y, pese a ello, “no disciplinan a las tiendas y a los distribuidores”.
“Saben bien que están en manos de criminales y esa es una violación a leyes estatales y federales”, indicó.
El gobierno mexicano ha admitido que se trata de una querella “larga y desgastante” de pronóstico reservado, pero confía en que podrá ganar, además de presumir que ha obtenido un gran apoyo en Estados Unidos.
“Esta demanda la vamos a ganar. El supuesto de la industria era que no la iba a admitir la Corte y ésta lo aceptó.
Los argumentos tienen la simpatía de la población”, dijo el canciller hace unas semanas.
El canciller subrayó que las empresas fabricantes de armamento en Estados Unidos saben que las armas que están creando, “está destinadas al mercado vinculado al narcotráfico y la violencia en México” y hasta acusó que financian videojuegos para fomentar la expansión de consumo de armas en jóvenes.
Para el 31 de enero pasado, la Corte norteamericana emplazó a los fabricantes a responder ante la acusación que hizo México y, se espera que para el 28 de enero respondan nuevamente ante los alegatos de nuestro país sobre la querella y que, eventualmente, se dé una apelación.
El sustento de la demanda es que hay un 70% de disponibilidad de armas en México proveniente de Estados Unidos que son las generadoras de la violencia, dijo Ebrard. “Esa facilidad de acceso a las armas, esa negligencia de la industria que promueve armas que son claramente destinadas a actividades ilícitas, nos está afectando”, indicó.
México registra al menos 335.000 muertos y unos 93.000 desaparecidos desde que en diciembre pasado el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón lanzó su fallida “guerra contra las bandas criminales”, con apoyo de las Fuerzas Armadas.
Con este proceso judicial que abrió México, “lo que se quiere es que se ordene a los fabricantes de estos productos que modifiquen sus prácticas, porque generan violencia en nuestro país”, insistió Ebrard.
Aunque las armas sofisticadas como los fusiles Barrett, llamados “matapolicías”, que perforan los más altos blindajes, son un dolor de cabeza, las armas ligeras, como las pistolas, representan un problema más serio, por cuanto “generan la mayor violencia en nuestro país”, sostuvo.
El ministro dijo que el tema se presentó también ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y varios países ya hicieron saber a México su simpatía y anticiparon que van a respaldar la propuesta.
Según Celorio, las empresas obtienen ganancias por 250 millones de dólares por tráfico ilícito de armas.
México también ha obtenido el apoyo de procuradores y fiscales estadunidenses para la demanda contra los fabricantes de armas contra sus prácticas negligentes y el pasado 14 de enero la ONG estadounidense Arms Control Association designó “Persona del Año” al canciller Ebrard.