La “hiper lactancia” de Samuel
Por Salvador Hernández LANDEROS
La oferta de Samuel García, al decir que donará íntegramente su salario de gobernador, sonó populista y fanfarronera, además de “hiper lactante”.
En vez de eso, debió ofrecer que no va a mal gastar el presupuesto en viáticos, comidas en los mejores restaurantes y paseos turísticos disfrazados de giras.
Todo mundo sabe que el salario de un gobernador, es prisco. Si no gasta en comidas, menos en camión, metro, taxi y ni gasolina para ir a su trabajo.
Es más, un gobernador ni cartera carga. Si va a una reunión donde se involucra el alimento, lo cargan a la Tesorería, o bien, a los responsables del evento.
Oficialmente, a partir del domingo, Samuel será rodeado de su equipo de seguridad. No necesita licencia de conducir, ni morralla para pagar al bolero.
El salario que va a devengar no cubre lo que le va a sobrar. Choferes, asistentes, guardaespaldas, servicios domésticos y otros, que serán por partida doble
Con el respeto que nos merece, el futuro gobernador se vio “hiper lactante” al decir que su salario será para apadrinar una escuela durante su gestión.
Si García Sepúlveda dura todo el sexenio en el cargo, serán 72 meses, el mismo número de escuelas que serían apadrinadas con 70 u 80 mil pesos.
Si en NL hay más de tres mil 500, se requiere que los próximos gobernadores, unos 50 en 300 años, donen sus salarios para alcanzar escuelas dignas.
La secretaría de Educación tiene un presupuesto que alcanza para resolver ese problema, todo es cuestión de que no desvíen los dineros a otros bolsillos.
En lugar de donar su salario, gánelo con el sudor de su frente. Haga lo que hacen los trabajadores. Compre su despensa en HBE y no la cargue a viáticos.
¿Estamos?