Enfermedades cardiovasculares: una prioridad olvidada
Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte a escala global con casi 18 millones de defunciones al año.
La sospecha se ha vuelto clave para diagnosticar y tratar las enfermedades cardiovasculares a tiempo.
La insuficiencia cardíaca, la hipercolesterolemia, la ateroesclerosis y la enfermedad de chagas son algunas de las enfermedades que progresan y pueden ser mortales para la población.
CDMX, martes 21 de septiembre, 2021 – Este Día Mundial del Corazón se busca destacar que las enfermedades cardiovasculares engloban un conjunto amplio de afectaciones al corazón que provocan alrededor de 18 millones de fallecimientos al año[i]. En México, las tres principales causas de muerte[ii] por problemas de salud actualmente son: las enfermedades del corazón (141,873 casos, el 20.8% del total), seguidas del COVID-19 (108,658; 15.9%) y la diabetes (99,733; 14.6%). Con esto, se puede demostrar que las ECV están causando más defunciones que la pandemia de COVID19.
A pesar de múltiples iniciativas para disminuir la prevalencia de las enfermedades cardiovasculares (ECV) en el país, estás continúan en ascenso. “Gran parte de esto se debe a que los pacientes acuden al especialista cuando la enfermedad ha progresado de manera sustancial o en algunos casos acuden al médico por síntomas que pueden ser similares a otras enfermedades y el personal de salud no realiza pruebas para descartar que sea una enfermedad cardiovascular. Por ello, la sospecha es clave tanto en la población como en el personal de salud”, destacó el Dr. Adolfo Chávez, cardiólogo y especialista en insuficiencia cardíaca.
Bajo este contexto, es primordial empoderar a la población a través de la información, ya que solo así podrán detectar cualquier síntoma relacionado a enfermedades como la insuficiencia cardíaca, la ateroesclerosis, Enfermedad de Chagas, entre otras. La Dra. Luisa Aguilera, presidenta de la asociación Salvando Latidos A.C comentó que “hemos creado un frente común; entre los profesionales de la salud, compañías de la industria farmacéutica como Novartis y los grupos de pacientes, a través de campañas de concientización que buscan facilitarle a la población el conocer más sobre estas enfermedades y además acercarlos con herramientas que detonen la visita al especialista a tiempo”.
La concientización va de la mano de los cambios en el estilo de vida, debido a que algunos de los factores de riesgo para desarrollar una ECV pueden ser modificables, tales como: la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, el sedentarismo, los niveles altos de colesterol malo (LDL) en la sangre conocido como hipercolesterolemia, entre otros.[iii] Existen otros tantos que se consideran no modificables como son la edad, el sexo y los antecedentes familiares.
La hipercolesterolemia o el colesterol malo (c-LDL) en niveles elevados es el principal factor de riesgo en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Por ello, es fundamental el control de los niveles de esta sustancia para evitar la ateroesclerosis y con ello complicaciones como un ataque cardíaco, la insuficiencia cardíaca o un evento cerebrovascular.
De acuerdo con la última encuesta de ENSANUT, 56.1% de los adultos mexicanos tienen niveles altos de colesterol malo (c-LDL).[iv] En algunos casos, puede ser una hipercolesterolemia familiar, la cual es un trastorno genético que causa niveles altos de c-LDL desde el nacimiento. Se estima que 9 de cada 10 personas con hipercolesterolemia familiar no saben que la tienen, por lo que es importante conocer su historial familiar y verificar sus niveles de c-LDL[v] a través de una estudio de lípidos en sangre.
La Dra. Giselle Román, Líder médica del área Cardio Renal Metabólico de Novartis México puntualizó que “en México, se requieren medidas urgentes para un adecuado diagnóstico, tratamiento y control del colesterol para evitar la enfermedad cardiovascular ateroesclerótica (ECVA), ya que solamente 2/3 de la población con este padecimiento reciben algún tipo de atención médica. De estos dos tercios, menos de la mitad reciben tratamiento farmacológico; y de éstos, el 45% están descontrolados y sin adherencia a su tratamiento”.
Entre las enfermedades cardiovasculares (ECV), la enfermedad cardiovascular ateroesclerótica (ECVA) es la precursora de otras complicaciones crónico-progresivas que afectan el corazón. Por lo que se vuelve prioritario su tratamiento de manera correcta y a tiempo.
Para finalizar, la Dra Giselle añadió “se necesita que la población empiece a tomar acción y para ello necesitamos guiarlos y darles las herramientas correctas para preservar su calidad de vida. Novartis lanzó este año su campaña #DesdeElCorazón de la mano de asociaciones de pacientes para informar a la población y acercarlos al cardiólogo de manera sencilla”.
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