Ya se cuestiona la llegada de Samuel al gobierno del Estado..
RAÚL A. RUBIO CANO
Tiene mucha razón Felipe Díaz Garza al decirnos en su editorial titulado “Lo mismo, otra vez lo mismo”, de lo que nos espera con la llegada de Samuel García al gobierno del Estado de Nuevo León (El Norte 30/8/2021); así como, en el editorial de ayer “La continuidad de Jaime” (El Norte 6/9/2021); todo indica, que no sólo no hay salvación alguna con lo que vendrá de parte del gobierno de Samuel, sino desde nuestro punto de vista, la cosa viene peor. Definitivamente las mejorías que pueden estar llegando, es por lo que estamos viviendo ante la presión sobre Nuevo León del gobierno de la 4T, para ir obligando al gobierno estatal y municipales a la lucha contra la corrupción y la impunidad de la oligarquía que por 36 años o más, han hecho de lo suyo en la entidad, apoyando una economía favorable a un capital especulativo, a una economía ficción y todo su correlato de política ficción, vida social decrépita y cultura del más espantoso individualismo, de una atroz mezquindad, porque “el que no tranza, no avanza”. El Estado Benefactor de la 4T es el que nos está elevando el salario, ofreciendo medicinas, vacunas, hospitales y personal de salud, ofreciendo apoyo económico a los padres de familia para mejorar las instalaciones educativas, reforzando la seguridad con las fuerzas militares, garantizando el abasto con alimentos de calidad y a buenos precios, en fin, por lo que corresponde al gobierno del estado o municipales, insistimos, las realidades de atención a la vida de los ciudadanos es espantosa y es que la oligarquía regia ha buscado poner gobernadores y alcaldes cada vez más ignorantes y rapaces; por ejemplo, con Medina las cuentas de su gobierno del año 2012, traían gastos no justificados de 14 mil millones de pesos y a ello, el equipo medinista de diputados locales le borraron tres ceros y la cuenta se aprobó; del Bronco ni pa´que les cuento y del Samuel, pues anda todavía atorado con el TFE con lana de su campaña de muy dudosa procedencia y sus declaraciones sobre el agua, las relaciones fronterizas con filibusteros de la más diversa ralea, etcétera, sólo demuestra que nada bueno nos espera si nos desampara la Federación, ante la patética ignorancia y relaciones de capitales muy cuestionados e incapaces de contemporanizar con una revolución en materia laboral, salarial, de salud, educación, transporte, recreación, no digamos de desarrollo cultural. Lo que nos espera en materia hídrica y ante el Cambio Climático, es tremendo, se realizan un veintena de pozos para obtener más agua de la que tenemos pero, para nada, se estudia seriamente lo que significa su ausencia de esa agua en el subsuelo del centro de Monterrey; aparentemente, favorecerá la construcción de más edificios, pero obviamente se formarán cavernas que desequilibrarán la construcción de los viejos y nuevos edificios, nada de esto se ha estudiado, como tampoco el que se siga desapareciendo una presa de El Cuchillo al año y nadie pueda dar con esa agua extraviada, con un valor de más de mil millones de pesos; de que se siga invirtiendo en una presa hecha a capricho como La Libertad, que afecta dineros públicos y la vida de miles de familias campesinas y ecosistemas de Nuevo León y Tamaulipas y sólo dará 1.6 M3/seg; en fin, el desastre que nos espera es espantoso, y lo sabemos porque ya lo estamos viviendo. En materia de calidad del aire, quiero hacer un reconocimiento muy positivo al editorial de “La neta de la nata” de Fernando Gutiérrez Moreno (El Norte 3/8/2021), Gutiérrez es físico, fue ex secretario de Desarrollo Sustentable de NL (2009-2015) y ex director de IPA-Caintra (1996-2009), ya que gracias a Gutiérrez Moreno, al demandar éste que al Río Santa Catarina no se le interviniera después de la llegada del huracán Alex, el río pudo recuperar mucho de la vida que por largas décadas se le había afectado, generando con ello servicios ambientales por mil 300 millones de dólares anuales, que se tradujo en una realidad de mejoría del aire y temperatura para el área metropolitana y, que pudo ello enfrentar a la contaminación externa que llega principalmente, año con año, desde el noreste y sureste de los Estados Unidos y hasta del desierto del Sahara; no digamos, a la contaminación de las fuentes internas metropolitanas como pedreras, industria de la construcción, refinería de Pemex de Cadereyta, plantas de CFE, industrias diversas y en último término, de vehículos de motor de combustión interna. Llama la atención que en el mencionado editorial de Gutiérrez Moreno, el problema de la contaminación vehicular no es lo fuerte de la contaminación del aire que todos respiramos, realidad que no nos cansamos de explicar desde Sócrates Rizzo para atacar los múltiples intentos por instaurar la verificación vehicular, un negocio que con el Bronco hubiera sido de 12 mil millones de pesos en su gobierno, pero nomás no lo pudo armar, como dijo Gutiérrez: “La verificación vehicular con fines recaudatorios no es la solución a nuestra mala calidad del aire”. Esperamos que con Samuel ya no piensen en ello, porque parece ser que entre otras cosas, a eso fueron a California en días recientes, un estado con dos años de fuertes incendios, con carencia de agua, lleno de miserables sin trabajo, con calidad del aire espantosa, en donde está la empresa AECOM que propuso los Distritos Urbanos que a como dé lugar los zares inmobiliarios quieren implementar en la entidad y destruir el Santa Catarina, hablando Samuel reiteradamente del éxito de “Silicon Valley”, cuando ahora hay que pensar en el “Silicon Hills” de Texas (de plano ¿Yo no sé quién diablos está disque asesorando a este pobre muchacho?). La neta, nada nuevo nos espera, sino todo lo contrario. Por favor ¡Ya no más inútiles y ratas! ¡No nos abandones gobierno de la 4T! ¡Órale! raurubio@gmail.com