¿Qué puede pasar con el inusitado pedido de nulidad de Keiko Fujimori contra 802 mesas electorales en Perú?
Desde el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) advirtieron que el sistema peruano no está diseñado para procesar los más de 800 recursos de nulidad anunciados por Fuerza Popular.
La candidata presidencial de Fuerza Popular, la derechista Keiko Fujimori, acusó el miércoles en la noche a Perú Libre de implementar acciones sistemáticas para quebrar la voluntad popular, una declaración que fue rechazada de inmediato por las autoridades electorales.
Mediante las acciones de nulidad en 802 mesas a nivel nacional por supuestas irregularidades y el seguimiento de 1.200 actas electorales observadas, Fujimori aseguró que había unos 500.000 votos en juego que debían analizarse por el Jurado Nacional de Elecciones.
“Estas acciones demuestran la intención sistemática por parte de Perú Libre por quebrar la voluntad popular”, dijo Fujimori cuando la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) reportaba 99,041 % de las actas contabilizadas, que le otorgaban el triunfo parcial al candidato izquierdista de Perú Libre, Pedro Castillo, por una ventaja de más de 73.000 sufragios.
Desde el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) expresaron que la solicitud de Fujimori resultaba extraordinaria para el sistema peruano.
“El sistema electoral peruano está pensando para cosas de muy poca dimensión en relación a los recursos impugnativos (…) Lo que está pasando ahora es extraordinario“, dijo el presidente del JNE, Jorge Luis Salas, en entrevista con RPP Noticias.
El proceso establece que el Jurado Electoral Especial tiene tres días para convocar a audiencia y resolver las solicitudes de nulidad. En los tres días siguientes, los órganos políticos pueden interponer recursos de impugnación. Y posteriormente, el JNE tiene otros tres días para emitir una decisión.
“Si se elevaran 10 o 15 causas no habría inconveniente alguno en resolverlas prontamente. Pero si se elevara en un número considerable, supongo que los tres días podrían ser un poco estrechos”, dijo Salas.
No obstante, los recursos de nulidad anunciados por Fujimori representan un número considerablemente alto. Salas recordó que durante las elecciones generales de 2011 se presentaron seis nulidades. Mientras que en los comicios de 2016, las solicitudes aumentaron a un total de 26.
“Nadie quisiera resoluciones de tres minutos con la imposibilidad material de análisis”, apuntó Salas.
¿Fraude electoral?
El politólogo peruano Martín Tanaka también descartó la tesis de fraude que sostuvo Fujimori.
En su cuenta de Twitter, Tanaka abordó los distintos escenarios bajo los que, hipotéticamente, se pudo haber cometido el fraude. En el primero, el profesor de la Pontificia Universidad Católica de Perú (PUCP) descartó la posibilidad de una presencia masiva de activistas y personeros de Perú Libre que habrían reemplazando a miembros de mesa que llegaron tarde.
No obstante, dijo que el partido político acreditó pocos representantes. Además, Tanaka aclaró que las actas con votos impugnados fueron cerca de 470, y en cada una de ellas se “impugnan solo algunos votos, no más”.
partido es muy precario; un indicador de ello es que acreditaron pocos personeros, concentrados en Lima, al igual que FP. Ojo que las actas con votos impugnados fueron unas 470, y en cada acta se impugnan solo algunos votos, no más. Si el “fraude” no va por ahí, tendría que (2/7)
— Martín Tanaka (@MartinTanakaG) June 10, 2021
“Si el ‘fraude’ no va por ahí, tendría que haber un contubernio entre los miembros de mesa ‘aprovechando’ la ausencia de personeros del contrario u observadores; teóricamente puede ocurrir, pero para limitar que eso ocurra los miembros de mesa y sus suplentes se eligen por sorteo. Y una vez que ellos llenan el acta, los votos se destruyen y allí acabó la discusión”, afirmó el politólogo sobre la segunda hipótesis.
Sobre las 86.480 actas procesadas por la Oficina Nacional de Procesos Electorales, Tanaka afirmó que es usual encontrar irregularidades que se van resolviendo sobre la marcha.
“La ONPE encontró unas 1.300, que ha ido resolviendo, ahora
son unas 442. ¿Puede haber alguna maquinaria detrás de las actas con problemas? Muy poco probable“, apuntó.
En cambio, Tanaka expuso que sería “más creíble” que las actas tuviesen inconsistencias en la información (mal firmadas o llenadas), pero sería el efecto de tener miembros de mesa elegidos por sorteo y que participan en “un escrutinio tenso y largo”, que terminan llenando estos documentos tras una jornada de doce horas.
“Las causales de nulidad son muy específicas y los pedidos de Fuerza Popular no parecen corresponder con ellas”, expresó Tanaka.
En ese sentido, el politólogo afirmó que el sistema electoral peruano “tiene muchas garantías en contra de la posibilidad de un fraude” y que contempla el derecho a pedir la nulidad de actas.
No obstante, “una organización democrática no abusa de ese derecho“, concluyó Tanaka sobre los recursos anunciados por Fujimori y Fuerza Popular.
En el transcurso del recuento del miércoles, Human Rights Watch hizo un llamado a acompañar de “pruebas serias” cualquier denuncia de fraude.
“En Perú, como en cualquier democracia, se deben respetar los resultados electorales. Cualquier denuncia de fraude debe estar acompañada de pruebas serias”, escribió el director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, en su cuenta de Twitter.
Con el 99,252% de las actas contabilizadas, Castillo obtiene el 50,202 % de los votos, mientras que su contrincante Keiko Fujimori alcanza el 49,798 % de los sufragios. La diferencia favorece al candidato de Perú Libre, por 70.774 votos.
En espera del cierre del conteo, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, felicitó a Castillo “por su eventual victoria en el balotaje de los comicios presidenciales de Perú”.
Los mensajes de felicitaciones también llegaron por parte del expresidente de Bolivia, Evo Morales, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.