Reyes y la defensa de la Sierra de Picachos…
RAÚL A. RUBIO CANO
El sábado 22 de mayo, defensores de la Sierra de Picachos, como son los comuneros de ocho municipios que viven en torno a la misma, ambientalistas, candidatos a puestos públicos en esos municipios aledaños, integrantes de la Comisión del Medio Ambiente de la Arquidiócesis de Monterrey y Clara Luz Flores Carrales, candidata a la gubernatura del Estado por la coalición que encabeza Morena (los demás candidatos a la gubernatura, aunque estaban invitados, no se presentaron; obvio, son fieles representantes de la barbarie ambiental que profesan las políticas Neoliberales y que por 36 años han devastado los ecosistemas del país.
Todos los asistentes, firmaron documento a la Opinión Pública para comunicar ecocidio que comenzó hace tiempo en Picachos, aseguran que: “El 25 de octubre de 2018, la sociedad nuevoleonesa se enteró de la potencial aprobación, por parte de la SEMARNAT Delegación Nuevo León, 36 días antes de terminar el gobierno de Enrique Peña Nieto, del funcionamiento de la empresa Matrimar S.A. de C.V., quien promueve un proyecto para el aprovechamiento de un banco de granito y el establecimiento de una planta de triturado mismo que afectaría la remoción de vegetación nativa tipo matorral en una superficie de 383,502.70 mts2, en un predio con una superficie total de 1,615,000 mts2, y la zona de recarga hídrica, en el municipio de Doctor González, Nuevo León.
Se trata de un ecocidio, pues la Sierra de Picachos, es un ente vivo que provee beneficios ambientales fundamentales para el equilibrio de la flora y fauna silvestre, para la salud y la vida de los habitantes del entorno, así como de la Zona Metropolitana de Monterrey.
Además, se encuentra tipificada en la ley como zona de recarga hídrica al lograr una captación hidrológica de alrededor de 52,500 hm3 de agua al año y de brindar una absorción de 2 millones 758 mil 880 toneladas de carbono al año.
En la Sierra de Picachos se refugian 30 mil especies de Canadá, Estados Unidos y México, como el oso negro, pumas, lobo gris, puerco espín, murciélago canadiense, mariposa monarca, armadillos, halcones, águilas reales, codornices moctezumas, coralillos, víboras de cascabel y guajolotes silvestres.
La riqueza vegetal incluye tres tipos de encinos, una vasta y rica producción de orégano, pinos y un importante espectro de cactáceas. Instalar una o varias pedreras, concesionadas por 30 años, en tan rico y variado ecosistema constituye el inicio del fin del equilibrio ecológico del norte de México, pues la Sierra Picachos abarca los municipios de Higueras, Agualeguas, Cerralvo, Doctor González, Marín, Sabinas Hidalgo y Salinas Victoria, en Nuevo León, y pertenece a la Sierra Madre Oriental y a las sierras y llanuras coahuilenses”.
Agregan que: “Las 64 pedreras que operan en Nuevo León con permisos –emitidos vía corrupción gubernamental– han convertido a Monterrey en la ciudad más contaminada de América Latina, por encima de Ciudad de México, Santiago de Chile y Lima, Perú; con una concentración promedio anual de 85.9 microgramos por metro cúbico de partículas suspendidas menores a 10 micras, cuatro veces más del límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
La pedrera Matrimar, como la mayoría de las que operan en la región, venden a Cemex su materia prima.
En un recorrido por la Sierra Picachos puede verse la cicatriz dejada en la montaña saqueada por esta empresa que opera de manera ilegal desmontando y abriendo brechas de decenas de kilómetros, afectando matorrales y matando animales.
Afirmamos que su funcionamiento es ilegal, pues nunca han exhibido los permisos correspondientes, y de existir, serían permisos violadores de los derechos humanos de la sociedad.
Ante panorama tan desolador, las autoridades involucradas en el tema: Semarnat, Profepa, Conagua, Secretaría de Desarrollo Sustentable del estado de Nuevo León, y la administración municipal, han sido por lo menos omisas en el cumplimiento de sus funciones, si no es que han sido parte del negocio expoliador”.
Por ello: “…nuestra principal demanda gira en torno a la verdad referente al impacto socio ambiental de los proyectos en la Sierra de Picachos.
Que se conozcan los efectos nocivos, más arriba citados, de los supuestos permisos de expoliación a las empresas pedreras.
Además, demandamos la ampliación de la zona de conservación y protección de la actual superficie de la Sierra de Picachos, mediante una nueva área natural protegida (‘Reserva Natural Estatal Sierra Picachos’), la cual busca tener una extensión de 166 mil 52 hectáreas, pasando de siete a ocho municipios, con la inclusión de Zuazua, N.L. De manera inmediata, exigimos detener la operación de las pedreras”. Ese mismo día, se supo que el espíritu de Alfonso Reyes no se quedó en casa y, con Cartilla Moral en mano (la misma que el gobierno de AMLO y nuestra UANL han venido socializando para su discusión y aplicación), susurró el Regiomontano Universal a algunos participantes a dicho acto, en la Parroquia de Mojarras, en Cerralvo, Nuevo León (tierra dominado por el PAN, con militantes y autoridades dueños de Matrimar y responsables del ecocidio que se padece en Picachos), lo siguiente: Lección XIV “Sexto, el respeto a la naturaleza que nos rodea.
Las cosas inanimadas, las plantas y los animales merecen nuestra atención inteligente. La tierra y cuanto hay en ella forman la casa del hombre. El cielo, sus nubes y sus estrellas forman nuestro techo. Debemos observar todas estas cosas Debemos procurar entenderlas, y estudiar para ese fin. Debemos cuidar las cosas, las plantas, los animales domésticos.
Todo ello es el patrimonio natural de la especie humana. Aprendiendo a amarlo y a estudiarlo, vamos aprendiendo de paso a ser más felices y más sabios”. Ante todo ello, ya circula en las redes, video sobre el Plan Eco-Nuevo León, 2100, de la creativa e incansable, Clara Luz Flores, realmente ella se merece nuestro voto ¡Órale! raurubio@gmail.com