Está bajando la gente de los incendios de la Sierras…

Pobladores de esas sierras, de ejidos, comunidades y propietarios particulares, aseguran que los incendios más que un fenómeno natural de temporada, fueron provocados y, acelerada su magnitud por las condiciones de alta resequedad de esos bosques.

También, hay consenso en identificar una maquinaria muy perversa del gobierno del Estado de Nuevo León, para retardar el uso de medidas pertinentes en sofocar esos incendios, por más que el titular de Protección Civil del Estado, Miguel Ángel Perales, jura y perjura que se están haciendo las cosas bien. Los hechos hablan por sí mismos.

Otro dato que llama la atención, es que la gente que sí sabe de prevenir, controlar y apagar incendios, como son los pobladores originarios de esas sierras, fueron sacados de las zonas de impacto y puestos en su lugar, a personas que prácticamente no saben de ello, desde integrantes del Ejército, policías estatales y municipales

 

RAÚL A. RUBIO CANO

Está bajando la gente de las Sierras, valientes jóvenes que han arriesgado su vida y que vienen con las huellas de haber trabajado más de una semana en los incendios que han destruido nuestros bosques en el estado. Al ser entrevistados, la constante es la misma.

Nos dicen que los pobladores de esas sierras, de ejidos, comunidades y propietarios particulares, aseguran que los incendios más que un fenómeno natural de temporada, fueron provocados y, acelerada su magnitud por las condiciones de alta resequedad de esos bosques; fenómeno ya explicado en esta columna (Monitor Político 18/3/2021) por la presencia del fenómeno de la Niña desde el Océano Pacífico, cambios climáticos del Océano Atlántico y choque con el vórtice polar en Texas, lo que trajo impresionante helada en el Noreste Mexicano, pero no nevada, ello resecó contundentemente la vida vegetal; pero también, hay consenso en identificar una maquinaria muy perversa del gobierno del Estado de Nuevo León, para retardar el uso de medidas pertinentes en sofocar esos incendios, por más que el titular de Protección Civil del Estado, Miguel Ángel Perales, jura y perjura que se están haciendo las cosas bien. Los hechos hablan por sí mismos.

Por ejemplo, mientras que Protección Civil indica que ya prácticamente se liquida ese incendio en la Sierra de Santiago, en un 80 por ciento, la gente que viene de la Sierra asegura, que este control muy apenas llega al 20 por ciento, según informan integrantes de CONAFOR.

Otro dato que llama la atención, es que la gente que sí sabe de prevenir, controlar y apagar incendios, como son los pobladores originarios de esas sierras, fueron sacados de las zonas de impacto y puestos en su lugar, a personas que prácticamente no saben de ello, desde integrantes del Ejército, policías estatales y municipales, sólo un reducido número de valientes servidores de Protección Civil y gente de CONAFOR, que vinieron de los estados de Hidalgo, Baja California, Durango, Sonora, Ciudad Valles, Saltillo, son los que gozan de sólida experiencia y están en primera línea. Porque resulta que gente que se ofrecieron como voluntarios, el caso de ciclistas, alpinistas, corredores, de sobrada condición física, el pasado fin de semana, no los dejaron subir a la Sierra ¡Ah! Pero eso sí, elementos de Fuerza Civil y Guardia Nacional, se informa que se la pasan con el celular en la mano y platicando, en lugar de enfrentar las llamas y agarrar el pico y la pala.

Al ser cuestionado uno de estos “parlanchines de celular” espetó: “¡A mí no me pagan por apagar incendios!”.

Toda una vergüenza fue ese elemento de Fuerza Civil, que su sueldo es del doble de los entregados brigadistas de CONAFOR.

Además, toda la atención se ha centrado mediáticamente, en el devastador incendio de las sierras de Santiago y Arteaga, pero se olvidan de los incendios en Galeana en el ejido Mimbres, Joya del Venado, San Rafael, San Roberto, incendios en Montemorelos y otros municipios del Sur, no hablemos de las quemazones en el área Metropolitana de Monterrey, todo pareciera una verdadera labor conspirativa para sembrar la zozobra, el terror, pero también, las condiciones propicias para que la gente originaria de esas montañas se vaya de su ancestral hogar, enloquezca, al ver lo sucedió con sus montañas y propiedades y, para que voraces inmobiliarios se apropien de grandes extensiones de terrenos, solicitando a los vendidos diputados, cambiar los usos de suelo de esas montañas siniestradas, van por tierras y madera, ya que es el año de Hidalgo y el muy enfermo gobierno Bronco, hace lo imposible por llevarse todo.

Han justificado el uso de helicópteros en lugar de haber atacado con todo el arranque de ese incendio, tomando en cuenta la extrema resequedad de las montañas que hoy han perdido sus bosques.

Pudieron haber combinado helicópteros y aviones pequeños y hasta grandes como el DC 10 anti incendios traído de Estados Unidos, pero les dolió el codo, y además, por lo que vamos comentando, es evidente que el interés era hacer como que se combate la lumbre y por otro lado, avivarla con evidentes acciones de falta de planeación, capacitación, desmantelamiento de la fuerza de trabajo que sí sabe atacar incendios forestales, en sí, limitando o negando el uso de recursos humanos y económicos.

Hay voluntarios que violaron los cercos para que no entraran a combatir incendios y fueron detenidos días después, en lo alto de la Sierra.

Definitivamente, detrás de toda esta catástrofe incendiaria, se van observando intereses muy oscuros que prendieron la chispa y la avivaron con la misma infraestructura que supuestamente está para atacar tal tipo de siniestros.

Vienen las lluvias de primavera y del fin del verano y urge crear surcos que detengan en lo más posible, los escurrimientos de material orgánico de esa siniestradas montañas, la tecnología de Línea Clave (Key Line) definitivamente es la alternativa para conservar lo que queda de esos suelos e, inyectar agua al subsuelo; las consecuencias de una falta de inyección de agua al subsuelo como la tenían esos bosques y la falta de humedad relativa en las Sierras, las pagaremos todos los habitantes del Área Metropolitana de Monterrey, consecuencias de la rapacidad de unos cuantos Fifís de abolengo, siervos de trasnacionales y un gobierno estatal y municipales, al servicio de ellos. Definitivamente la venganza popular vendrá en junio, en las urnas, por eso les urge ya robarse hasta las piedras ¡Órale! raurubio@gmail.com

Incendio Monterrey_003

 

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