Economía del bienestar, felicidad y dinero

Alegría y desarrollo.

 

La disponibilidad de contar con dinero nos da tranquilidad, porque nos conduce a una estabilidad material y emocional, para cubrir nuestras carencias. En un mundo en el que tienes tantos derechos humanos como puedas comprarte, es evidente que si no hay posibilidad de acceder al dinero, las necesidades humanas no podrán cubrirse y el bienestar y la felicidad brillarán por su ausencia.

¿Recuerdan cuando en la crisis del 2008 nos decían “los mercados tienen que estar tranquilos”? Poco se preocupan de que las personas lo estén, bueno para el mercado de las multinacionales farmacéuticas, mejor que estén intranquilas y con miedo, así podrán atiborrar a la población con antidepresivos y ansiolíticos, y cuanto más dependientes de estos medicamentos mejor para ellas…

Un estudio de la Universidad Case Western (EE.UU.) señaló que, desde el punto de vista estadístico, los ingresos están directamente relacionados con el bienestar emocional y la valoración que hace una persona sobre su propia calidad de vida. Para dicho estudio, se utilizaron datos de personas a lo largo del tiempo, y demostraron que los ingresos pueden causar las emociones de inseguridad, o sea miedo o ansiedad. Y también descubrieron que un aumento de los ingresos, puede reducir el desarrollo de enfermedades mentales graves. 

Contar con dinero para una alimentación sana, una vivienda sana, un descanso sano, será esencial para poder satisfacer nuestras propias inquietudes y metas, desarrollando las capacidades personales, aumentando nuestras posibilidades, siendo a la vez creativas y creativos, desenvolviéndonos con independencia y responsabilidad, con sentido del humor crítico y sin crueldad, identificándonos con la humanidad, valorando el inconformismo y el respeto por la democracia y la vida… en definitiva para que seamos capaces de ver con perspectiva analítica la realidad, en vez de ajustarnos sin más a lo establecido.

Sin guita no hay opciones para poder desarrollarse, progresar y crecer con sosiego, y mucho menos las personas pobres, no privilegiadas, desafortunadas y desfavorecidas por una cultura basada en roles y estereotipos de género, que sólo valora “la capacidad” para gastar y la disposición para someterse a los distintos poderes, expertos en el uso de la mentira para manipular, controlar y vender algo.

Ningún poder que se precie de ejercerlo, estará interesado en personas con amor propio, independientes y libres. 

SALUD Y FELICIDAD

Prefiero la libertad al tirano
viviendo en un mundo sano,
alegre y sin carencias
¡basta de apariencias!

Que el dinero tranquiliza
y su ausencia encoleriza,
esto lo sabe ya hasta fulano,
mengana y zutano.

Mas con toda su avaricia y mendacidad,
el sobrado te dirá que no da la felicidad. 

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