Cumplió Estadio Universitario de la UANL 53 años de epopeyas deportivas

Monterrey, N.L., 1 Jun. 2020 (Agencia Informativa de México).- El Estadio Universitario, sede de los Tigres de la UANL, cumplió 53 años de historias deportivas, dulces y amargas; claras y aciagas; en color y en negro, pero siempre con algo epopéyico que ha dejado huella en el ánimo de quienes han presenciado esas gestas.

Un 30 de mayo de 1967 el inmueble deportivo ubicado en el municipio metropolitano de San Nicolás de los Garza fue inaugurado, ante más de 40 mil asistentes; el Club de Futbol Monterrey enfrentó al Atlético de Madrid, para empezar a escribir la historia del “Volcán”, como también se le conoce.

Ese encuentro amistoso concluyó 1-1; el brasileño Mariano Ubiracy -procedente del equipo de Veracruz llegó como refuerzo al Monterrey- pasó a la historia por anotar el primer gol en el coloso de Ciudad Universitaria.

Dos meses después, el 13 de julio de 1967, por primera ocasión el equipo de la Universidad en Segunda División tomó el balón y jugó contra el Orizaba, partido que también culminó en un empate 2-2.

De acuerdo al libro “Estadio Universitario 50 años de grandes historias”, realizado por los investigadores Dinorah Zapata Vázquez y Juan Ramón Garza Guajardo, los primeros dos goles considerados como oficiales en un juego profesional efectuado en el estadio, estuvieron a cargo de José de Jesús “Triquis” Morales.

Entre los momentos más destacados que ha vivido el inmueble de la UANL están: el Campeonato Mundial Juvenil 1993, la Copa Mundial de la FIFA México 1986 y de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA México 2011.

El Estadio Universitario también fue testigo del American Bowl, el 5 de agosto de 1996, en un encuentro donde los Jefes Kansas City vencieron a los Vaqueros de Dallas, con un marcador 32-6.

En tanto, la Liga MX recordó que los Rayados del Monterrey jugaron como locales en el Estadio Universitario de 1973 a 1980, para después mudarse al desaparecido Estadio Tecnológico.

En el Universitario se dio a conocer la famosa ‘Ola’ durante el Mundial de Futbol realizado en México en 1986; recibió a grandes selecciones como Portugal y Alemania, esta última selección en dos ocasiones.

“México jugó su ‘quinto’ partido en el Universitario donde cayeron ante los teutones, aunque la vibra de la afición regiomontana dejó huella con esta característica forma de alentar que tomó fuerza tiempo después”, se recordó.

El Universitario fue testigo del éxito de los Tigres en su primer título oficial; en 1975-76, los felinos derrotaron al América, para así, llevarse el campeonato de la COPA MX de aquella temporada.

La página más aciaga para los felinos en su grama se escribió el 24 de marzo de 1996; el clásico 51 entre Tigres y Rayados se escenificó con triunfo de 1-2 para los visitantes albiazules.

Esta derrota en la fecha 32 de la temporada 1995-1996 a la postre provocó el descenso a la Segunda División de los Tigres de la UANL, ante el drama y llanto de su afición por la derrota y pérdida de la categoría ante el acérrimo rival, aunque un año después retornaron al máximo circuito del balompié mexicano.

Curiosamente, los dos primeros títulos de LIGA BBVA MX los vivirían fuera del ‘Volcán’. Fue hasta el 2011 cuando los Tigres pudieron celebrar otro campeonato ante su afición, ganándole a Club Santos.

En el Apertura 2016 lograron, de nueva cuenta, ganar en casa en un memorable partido ante el América, el cual tuvo que irse hasta la tanda de penaltis.

Actualmente, el Estadio Universitario, el hogar de los Tigres de la UANL, en los últimos años, “se ha convertido en una de las aduanas más complicadas de toda la LIGA BBVA MX, por su tamaño imponente y grandes entradas en todos los encuentros”.

“La afición ‘incomparable’ cada 15 días se encarga de darle color a este estadio con un sabor muy futbolero”, resaltó la Liga MX, al felicitar a Tigres y a la UANL por este 53 aniversario del histórico estadio.

El proyecto del coso deportivo se gestionó en 1959 por el entonces Rector de la UANL, Joaquín A. Mora, junto al Patronato Universitario a cargo de Manuel L. Barragán; dichas obras duraron siete años y tuvieron una inversión total de 23 millones de pesos.

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