Monterrey aún no supera derrota en final contra Tigres

Con relación al retorno del señor Antonio Mohamed, cabe señalar que –por principio de cuentas-, la directiva de Rayados debe quitarse la chocantería de la obligación de ganar a Tigres, so pena del cese al entrenador en turno.

Los directivos han pecado de “cortoplacistas” en sus exigencias de resultados a los técnicos. Los dueños de Rayados son inversionistas que planean a largo plazo, luego, deben aplicar esa tesis al club de fútbol ahora que han vuelto a contratar al entrenador argentino que entregó buenas cuentas en su pasado con Rayados.

Los fanáticos de Rayados y un segmento de los expertos le dan una importancia superlativa al resultado del “clásico” regional como si ello fuese condición determinante de la meta final, la consecución del título de la Liga MX.

La cuestión no es que el viejo club demerite el clásico, sino que una eventual derrota ante Tigres en ningún modo debe imponerse al objetivo más relevante, acumular más títulos de liga.

La pérdida de una final en su estadio ante los auriazules es un episodio lamentable en la historia de Rayados. Sin embargo, debe aprender de Tigres que logró superar las derrotas cruciales frente al propio Monterrey que, en el pasado, lo envió a segunda división y lo venció en liguillas, lo cual se tradujo en épocas de amargura y frustración. La paciencia en Tigres, revirtió la tristeza en alegría.

Monterrey, aún con el revés ante Tigres a cuestas, está en posibilidad de luchar por el campeonato de liga.

Rayados tiene tiempo para meterse a la Liguilla y, aparentemente, también cuenta con un momento de moral positiva que puede cambiar la tendencia de derrotas a una de victorias con miras a la probabilidad de levantar la Copa.

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