Cada año, 90 mil familias consiguen una vivienda informal: Sedatu

Ciudad de México, Méx., 9 Oct. 2019.- Cada año 90 mil familias en México, que equivalen a 350 mil personas, ingresan al mercado informal de la vivienda al conseguir un lote sin regulizar, carente de servicios públicos e incluso en zonas de riesgos, aseguró Román Meyer Falcón, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).

Introducir servicios en zonas irregulares, que usualmente se ubican en ejidos o periferias de las ciudades, cuesta el doble o el triple que cuando se realiza en áreas intraurbanas, dijo el funcionario en la inauguración del Foro Geoespacial de las Américas 2019, organizado por el Inegi.

En su ponencia, el secretario destacó que el sistema de información geográfica es una herramienta básica para la planeación urbana.

Sin embargo, lamentó que no haya interoperablidad en los sistemas que tienen diferentes dependencias de gobierno, entre ellos Sedena, Pemex y CFE sobre ductos, problemas sociales y de seguridad, tenencia de suelo, zonas de riesgo y diversos rubros que servirían a todos para tomar mejores decisiones.

“Todos tejemos sobre el mismo mantel que es México, pero para tejer más fino necesitamos esta interoperablidad”, sentenció.

Román Meyer reconoció que la inseguridad y la migración también afectan el desarrollo de las ciudades al aseverar que en colonias con mayor rezago en los estados del norte del país, “el Estado Mexicano ha perdido presencia y otros actores controlan el territorio”, a tal grado que se tienen que colocar cristales de 4 pulgadas.

Las autoridades deben trabajar sobre viviendas ya consolidadas, pero con carencias y que representa el 80 por ciento de la estructura urbana del país, donde el área verde más próxima que tienen está a 5 kilómetros en promedio.

El secretario destacó que el programa de mejora urbana de la Sedatu tiene como meta abarcar 100 ciudades, pero en este año avanzará en 14 ubicadas, sobre todo en la frontera con Estados Unidos, además de lugares turísticos como Acapulco, Cancun y Los Cabos.

Se trata, dijo, de incidir invirtiendo una semilla para generar el sentido de “pertenencia, arraigo y orgullo” de la población de muchas de esas ciudades, donde hay miles de migrantes del sur del país o de Centroamérica que, en espera de cruzar la frontera con Estados Unidos, ya se quedaron años viviendo ahí.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *