POLÍTICA Y GENTE

Por: Pedro García

Cuando el río suena es que agua lleva…

Y más, si ese ruido adquiere niveles de estruendo en la voz sustantiva del Presidente de la República cuando con cierta amargura advierte la incipiente descomposición del modelo de partido que él creó, Morena, donde las ambiciones naturales de poder de algunos militantes han comenzado a arruinar la imagen del instituto político que, si bien está registrado como tal ante el INE, no se afianza más allá de un movimiento, con toda su fragilidad.

Una puntual pregunta de una reportera, el miércoles 28 de agosto, en la conferencia matutina refería si el Presidente daría un jalón de orejas a los senadores de Morena, con quienes habría de reunirse, el mandatario ofreció varias respuestas. Una de ellas fue esta:

“Yo, si el partido que ayudé a fundar, Morena, se echara a perder, no sólo renunciaría a él, sino que me gustaría le cambiarán de nombre, que ya no usaran ese nombre, porque ese nombre nos dio la oportunidad de llevar a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública del país. Entonces, no se debe de manchar ese nombre.”

Instó a los dirigentes y militantes notorios de Morena a que se comporten con la observancia de los principios:

“Lo que acaba a los partidos es el pragmatismo, la falta de ideales y principios, el buscar triunfar a toda costa, sin escrúpulos morales de ninguna índole. La ambición del poder por el poder”.

Al interior de Morena hay grandes pleitos por el poder y los actores de esa rijosidad no ceden. El problema para Morena radica en que si los rivales prolongan su enemistad, ese partido muy pronto empezaría a ver perjudicada su imagen ante la sociedad con resultado de reveses electorales, por ejemplo el año 2020 cuando se van a disputar gubernaturas y la renovación de la Cámara de Diputados.

La rijosidad de Morena afecta al Presidente, los políticos notables (sólo por notorios) de Morena están dañando al mandatario quien de por sí enfrenta duros cuestionamientos a su programa de gobierno y una guerra de amparos.

Por eso el Presidente advirtió a los peleoneros que le dejen intacto a Morena y mejor se vayan con sus pleitos a otro lado. “No se debe manchar ese nombre”, enfatizó.

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