¿Por qué no existen aún fotografías (reales) de agujeros negros?

Ya han pasado 100 años desde que Einstein hizo pública su teoría de la relatividad, trabajo en el que destacó la existencia de los agujeros negros. Se refería a un fenómeno espacial con una fuerza gravitacional tan grande que no permite escapar ni la luz. Desde entonces han surgido varias investigaciones al respecto, lo sorprendente es que todavía no hayamos sido capaces de fotografiar alguno.

Lo primero que se nos puede ocurrir es que son muy pequeños, o bien están muy lejos. Tal vez sean ambas razones. En teoría, mirar el agujero negro ubicado en medio de la galaxia se asemejaría a fotografiar una pelota de tenis en la luna, comparación que nos da una idea de la dificultad.

Para sacar una foto similar hace falta un telescopio tan grande como la tierra. Además, ¿qué imagen se podría captar de un lugar de donde no sale ni la luz? La respuesta radica en un mejor entendimiento sobre este elemento espacial.

Resulta que existe un punto de aproximación al agujero negro en el que los fotones no pueden escapar debido a una elevada fuerza de gravedad, fenómeno llamado “horizonte de sucesos”. La materia alcanza altas temperaturas mientras orbita a su alrededor, emitiendo rayos X que pueden verse desde la Tierra.

Observando el espacio

La construcción de un telescopio del tamaño del planeta azul parece algo difícil de lograr, pero otra solución fue puesta en práctica por los astrónomos en el 2017, cuando fue creado el Telescopio del Horizonte de Sucesos.

Se trata de una serie de radiotelescopios dispuestos en red por todo el planeta, desde donde diariamente se generan miles de gigabytes de información. La compilación de datos es tan grande que solo puede ser transportada físicamente hasta un centro científico para procesarla, tarea de recopilación que ha tardado varios meses.

Luego de juntar toda esa información, la misma debe ser interpretada mediante el uso de algoritmos que permitan crear una representación visual. Sin embargo, la tarea es muy difícil, debido a la complejidad de obtener la precisión necesaria en la correlación de los datos. Además, solo después de iniciar el análisis de los datos, se podrá saber si los mismos son suficientes para hacer los cálculos.

Un halo de luz que rodea el agujero negro es la imagen que esperan ver los astrónomos  tras la captura de imagen de la escena espacial. También es probable que todas las teorías estén erradas y debamos replantear algunos datos sobre el universo.

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