Ninis viven entre pobreza y rezago social
En la foto: los investigadores de la UANL que realizaron el análisis en el que asientan que las condiciones de pobreza y rezago social, y sus componentes como la falta de acceso a educación y seguridad social, inciden en la inactividad productiva de los jóvenes de 15 a 24 años de edad.
San Nicolás de los Garza, N.L. 6 Sep. de 2018.- Un estudio de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) revela que el tema de los llamados jóvenes ninis se ha vuelto preocupante, pues se relaciona con una serie de problemas que enfrenta México, como los altos índices de violencia, la pérdida de valores y las adicciones.
Ernesto Aguayo Téllez y Gloria Mancha Torres, investigadores de la Máxima Casa de Estudios de Nuevo León, encontraron que las condiciones desfavorables de pobreza y rezago social son un determinante importante de que los jóvenes caigan en condición de inactividad educativa y laboral.
A través del estudio “El entorno de pobreza y la condición de inactividad en los jóvenes del Área Metropolitana de Monterrey”, los investigadores señalan que la falta de oportunidades laborales, acceso a educación y servicios de salud, así como la carencia de infraestructura pública o condiciones del hogar influyen en la generación de ninis.
“Observamos que algunas de estas concentraciones (de ninis) están en áreas más retiradas, en áreas donde no hay centros de trabajo cerca, no hay escuelas, infraestructura, parques y otro tipo de movilidad.
“A veces no es fácil que estos chicos vayan a estudiar en donde sí está la infraestructura; esa es una de las características que se observaron”, señaló la investigadora Gloria Mancha Torres.
Reconocidos como un activo para el desarrollo, los jóvenes de 15 a 24 años de edad representan el 18 por ciento de la población mundial.
En Nuevo León, hay cerca de 28 mil jóvenes de 15 a 24 años de edad que no estudian, ni trabajan, ni realiza alguna otra actividad con valor.
“Empezamos a ver el porcentaje de jóvenes que están en estas condiciones de inactividad, no como algo que ellos buscan, sino como una consecuencia de la situación económica y social”, aseguró el doctor Ernesto Aguayo Téllez.
En el estudio se encontró que la mayor concentración de ninis se ubica en las zonas norponiente y poniente del área metropolitana de Monterrey (Escobedo, San Bernabé y Santa Catarina), lugares donde predominan las viviendas de escasos recursos o marginadas.
Las concentraciones con bajos porcentajes de ninis se ubican en la zona sur de Monterrey y en San Pedro, donde predominan las viviendas residenciales y de altos ingresos.
Ser nini se “contagia”
Los investigadores de la UANL encontraron que un porcentaje elevado de ninis en un vecindario contribuye a la existencia de porcentajes elevados de ninis en los vecindarios cercanos y viceversa, principalmente a una distancia de un kilómetro.
“Con herramienta matemática y estadística empezamos a ver si ser nini, en cierta manera, se transmite a otras colonias alrededor y, efectivamente, encontramos que hay un ‘efecto contagio’.
“Es importante encontrar estas concentraciones, porque eso permite generar política pública focalizada que no solo ataque las causas de esta condición en los jóvenes”.
Los resultados del estudio reiteran la necesidad de enfocar esfuerzos en la reducción de la pobreza, rezago social, y de sus componentes, como la falta de acceso a educación y seguridad social.
“Proponemos y urgimos a los hacedores de política a ver que no se trata de combatir la condición de ninis en general, sino hacer un trabajo focalizado; eso va a tener un impacto, no solo en la zona donde hay concentración, sino que alrededor se va a ir permeando este aspecto”, señaló Aguayo Téllez.
“El objetivo es conocerlos, buscar quiénes son y cómo se les puede apoyar; qué es lo que podemos hacer como sociedad, qué políticas públicas podemos buscar para tratar de ayudar a este grupo”, puntualizó Mancha Torres.
Para explorar la situación de los ninis del área metropolitana de Monterrey, los investigadores utilizaron herramientas de econometría espacial con información agregada por Área Geoestadística Básica (AGEB).
Los datos económicos y demográficos de los habitantes y las características de sus viviendas por AGEB se obtuvieron del Censo de Población y Vivienda 2010; los datos sobre infraestructura pública, como el número de parques o escuelas, se obtuvieron del Sistema para la Consulta de Información Censal 2010.
Para medir la pobreza se utilizó el Índice de Rezago Social (IRS), por manzana de la zona conurbana, de 2010. El número de jóvenes que no estudian ni trabajan se obtuvo del Censo de Población y Vivienda 2010, a través de una requisición especial de información al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Desde el 2010, los investigadores de la Facultad de Economía de la UANL, Ernesto Aguayo y Gloria Mancha desarrollan investigación sobre los jóvenes y los ninis, explorando las diferentes facetas.
Por su impacto social, el trabajo “El entorno de pobreza y la condición de inactividad en los jóvenes del Área Metropolitana de Monterrey”, publicado en 2017, en la revista EconoQuantum, recibió el Premio de Investigación UANL 2018, en la categoría de Ciencias Sociales.