En la prevención social de la violencia el Gobierno ha tardado en poner en marcha su estrategia
Samuel García, gobernador de Nuevo León cuestionado por su incapacidad para controlar la inseguridad que asola a los nuevoleoneses. Foto Cortesía
En estos 12 meses, la ciudadanía no ha notado avances significativos para prevenir la violencia por parte del Gobierno estatal.
Contrario a lo que anhelamos, la incidencia delictiva continúa registrando máximos históricos, rebasando incluso los niveles registrados en 2012.
Monterrey, NL. 6 Oct. de 2022.- En el primer año de Samuel García Sepúlveda al frente del Gobierno estatal, la ciudadanía de Nuevo León hoy no se siente más segura y tampoco ha notado un cambio en la coordinación de estrategias y políticas públicas integrales para atender las causas raíces y prevenir la violencia.
Durante el arranque de la administración de Samuel García Sepúlveda, el diseño organizacional aprobado por los diputados propició confusiones en los roles de las distintas dependencias encargadas de la prevención social de la violencia, mismas que han impedido que se den avances significativos en la materia durante estos 12 meses.
En la actualidad, contrario a lo que los habitantes de Nuevo León anhelamos, la incidencia delictiva continúa registrando máximos históricos, similares incluso a los índices de homicidios dolosos registrados en 2012. De enero al último día de agosto del 2022 suman 952, un promedio diario de 3.93 asesinatos. En el 2012 se registró un promedio de 3.98 homicidios por día. Los homicidios dolosos de agosto de 2022 muestran un alza de 29% respecto al mismo periodo del 2021.
Mientras tanto, la violencia familiar al 31 de agosto registró 15 mil 540 casos, frente a los 14,111 casos del mismo periodo de 2021, esto es un 9.2% de incremento. Esta incidencia mantiene a Nuevo León en el tercer lugar nacional con más casos de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
El clima de violencia contra las mujeres no es alentador. El ENDIREH 2021 del INEGI estima que, en Nuevo León, 42.3% de las mujeres de 15 años o más, experimentaron algún tipo de violencia: psicológica, física, sexual, económica o patrimonial en los últimos 12 meses. Este clima violento se observa también en el incremento de los femicidios que a agosto de 2022 suman 70, número que ya superó a todo el 2021 cuando se denunciaron 66 crímenes de este tipo.
A pesar de que desde el año 2016, en la entidad existe una ley de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia con Participación Ciudadana, la autoridad no ha elaborado ni mucho menos puesto en marcha una política Estatal de Prevención social, manteniendo sólo acciones reactivas de contención.
Por ello se debe priorizar en las agendas de las secretarías responsables la publicación del Programa de Prevención Social de la Violencia para Nuevo León, y además, asignar suficiente de presupuesto en el paquete de Egresos 2023 que se entregará al Congreso del Estado, tanto para estado como para municipios.
En este segundo año de gobierno, la administración de Samuel García tiene la oportunidad de iniciar un cambio de estrategia que revierta el círculo vicioso de la violencia, y con una atención transversal y coordinada desde el estado, revertir tendencias muy negativas que vivimos en Nuevo León. Es momento de darle prioridad a la atención de las causas raíces de la violencia, atendiendo los factores de riesgo y promoviendo factores de protección.